Según un comunicado del Ayuntamiento de Barcelona, agentes de la Unidad Territorial de Sants-Montjuic de la Guardia Urbana de Barcelona intervinieron el pasado lunes 1.081 kilos de pollo no apto para el consumo en un camión frigorífico estacionado en un parking del barrio de la Marina del Port.
Los agentes observaron como un hombre salía del parking público con su vehículo y que después cerraba la puerta, un hecho extraño puesto que el parking siempre tiene la puerta abierta. Cuando le preguntaron el motivo de cerrar la puerta observaron que dentro de su vehículo había una gran cantidad de pollo que, según manifestó, llevaba a una carnicería para su venta. La carne estaba siendo transportada en bandejas no aptas para su transporte y el vehículo no disponía de refrigeración
Preguntado sobre los motivos de su presencia en el parking el individuo explicó a los agentes que había parado a recoger un objeto personal. Los agentes pidieron acompañarlo hasta estos vehículos para poder realizar una inspección y pudieron comprobar que el interior de uno de los camiones hacía mucho mal olor a alimentos en mal estado y que había cajas de transporte de alimentos vacías.
Este primer vehículo estaba estacionado junto a otro camión isotérmico conectado a un cuadro eléctrico. Los agentes accedieron en el interior de la cámara y localizaron una gran cantidad de pollos que desprendían un fuerte olor solo compatible con el mal estado de la carne. Las paredes presentaban suciedad y hongos y también había insectos. Alrededor de los vehículos localizaron restos de carne que indicaba que los pollos habían sido manipulados en el entorno con graves deficiencias higiénicas.
Ante las evidencias que estos pollos estaban siendo destinados al consumo alimentario, los agentes procedieron a su intervención, retirada y posterior destrucción.
